miércoles, 14 de marzo de 2012

Poesía sobrante


España sigue teniendo un problema. Se produce un fenómeno aquí que no ocurre en ninguna otra parte del mundo que yo sepa. Se suelen crear versiones castizas de músicos y escritores para el consumo interno. Ciertamente, aquí tenemos "el Proust español", un señor que no interesa en absoluto en la patria del Proust de "pata negra"; tenemos los Beatles españoles, unos señores que, por supuesto redundan en el Reino Unido, tenemos el Byron español, el Dylan español. Incluso en la sacrosanta movida madrileña, la mayoría de los grupos era estampas domésticas de grupos británicos: Alaska y los Pegamoides de New Order (por cierto, el nombre Pegamoides procede de una calle de Londres, "Pegamoid Road"). Los cachorritos de la oligarquía madrileña se iban de vacaciones al mundo moderno y luego nos vendían el shopping que habían hecho allá en los mercadillos de barrio. Los pobres, como además de pobres somos tontos, nos lo tragábamos todo, por supuesto. En fin, en España hay una tendencia secular a escribir y componer para el mercado interno, básicamente por el hecho de que nunca podrá interesar en el exterior el hurto descafeinado de sus propios artistas perpetrado desde aquí abajo. Hay un método para saber si un escritor español es bueno o no. Cuenten las ediciones extranjeras de sus libros. Si pasan de cinco, merece la pena leerlo. Si no, a la basura. En esta tesitura, el único mérito de la poesia 2.0 es haber importado, con 60 años de retraso, lo que ya se hacía en el Village ya en los años 40 del siglo XX, como mínimo. Todo eso de la perfopoesía y el spoken word. No tengo nada contra ellos. Tengo a muchos de esos poetas americanos como una cumbre de la poesía. Lo que no alcanzo a entender es qué sentido tiene traducir una fórmula sin aportar nada nuevo. Al final lo que importa es si uno es bueno o malo, nada más. Desgraciadamente la mayoría de todos estos epígonos son hijos que no hacen más que cubrir de verguenza a sus pretendidos padres. Además, las razones de America para decir la poesia de esa manera no son la mayoria de las veces entendidas. Decir la poesia en un escenario de una sala de conciertos, con luces violentas y horribles y haciendo gestos de rapero no es algo que uno pueda relacionar con la gran poesia cabaretera europea y americana. No sé  porqué piensan que están salvando algo trayendo la poesia a un recodo más freak. En mi opinión lo que hacen es cubrirla de infamia. Afortunadamente la poesía tiene el poder de desacerse de todos ellos con un pestañeo. Plas!

Para injuriar a la balleza hace falta ser Rimbaud. No creo que sea el caso.



Lo de aquí arriba sí que ha creado polémica. La oligarquía es ignorante, pero le resbala. No se la puede atacar por ahí. Al menos la oligarquía francesa es cínica, por lo que no deja de decir cosas interesantes (¿qué aristócrata español se puede comparar con Sade?). Aquí tenéis a sus cachorritos diciendo sandeces (incluída alguna sobrina política de aquél que cantaba aquello de "el abuelo fue picador"). Ya sabéis quienes son los mejores clientes de esta marca: el Estado, por supuesto. Regalos para cargos públicos pagados con dinero público. Es un documento impagable que analizaremos uno de estos días. Es la modernidad española, señores. Oligarquía madrileña en estado puro.

Y no digas que el Premio Loewe de Poesía no tiene ganadores ilustres.

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